18/02/2013
Estimado lector si ya te repusiste de la renuncia
del papa, el rayo en el vaticano, el meteorito de Rusia y de la
entrevista con la “maestra” Elba Ester Gordillo te comentamos lo
siguiente; con tantos acontecimientos como estos, lo que pensamos
es que el tema obligado de esta columna es el de ¿cómo ejerces el
liderazgo? ¿Eres de los lideres que toma decisiones con un nudo en el estomago
y determinas que no importa el resultado porque actuaste de manera
expedita?
Bueno, déjanos platicarte que todo tu entorno está
en constante interacción con tu organización, por consecuencia cada cosa
que sucede a tu alrededor puede afectar positiva o negativamente a tu empresa.
Por ejemplo, si por alguna razón has identificado
que en el último año has rotado a tres almacenistas, cantineros, capitanes de
meseros, o tres de cualquier puesto en tu organización, o han disminuido tus
ventas, la clientela frecuente ha dejado de consumir tus productos o servicios,
las instrucciones que giras no se cumplen y generan caos al
interior de tu empresa; ¡te invitamos a que analices cómo estas
ejerciendo el liderazgo en la organización!
Puedes iniciar verificando si le estas dando
claramente las instrucciones a tus colaboradores y si están dispuestos a
lograrlo. Identifica si las estás
dotando de los recursos materiales, financieros y de capital humano
necesarios para que desarrolle tu personal sus actividades encomendadas.
¿Las personas que has seleccionado para realizar
las tareas cuentan con la capacitación necesarias para desarrollar las tareas
que les pides? ¿Estás completamente seguro que las tareas son realizables en el
tiempo que has estipulado? Lo anterior solo es un inicio, lo que tú no
puedes hacer es claudicar como el ejemplo de la semana anterior o considerar
que en tu mundo imaginario tu eres amado por tus colaboradores, o que un
meteoro a ti nunca te va a caer (bueno solo recuerda que estamos en zona de
huracanes).
Esos son los errores que le costarían a tu empresa
el desanimo de tus colaboradores y en el peor de los casos el cierre. Debes
establecer un modelo que te garantice que tomas las decisiones con la certeza
de contar con toda la información confiable y disponible, para no emitir
una instrucción sin fundamento que dañaría más a tu organización que
si hubieses dejado la problemática sin resolver.
Sé un verdadero líder, siendo el ejemplo de tus
colaboradores, de la sociedad y de los empresarios. En colaboración con
Christine Mc Coy. Comentarios cmccoyc@ucaribe.edu.mx
y maolivares@ucaribe.edu.mx
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