Renuncio a la necesidad de tener razón y trabajo en grupo con amor

jueves, 16 de enero de 2014

El poder de la cultura

07/10/2013
 Ayer leía acerca de las instituciones de colaboración y como estas podían ayudar a promover  sectores si trabajaban de manera eficiente o estancarlos. Eso me llevó a reflexionar acerca del poder de la cultura y como en nuestro país es difícil pensar en la palabra colaboración en situaciones normales, no en escenarios de crisis.
Antes de proseguir con la reflexión a la que los invito, sería importante saber que es una “institución de colaboración  (IFC’s)” son entidades que juegan un role de intermediarios diversos entre las empresas y los gobiernos locales, regionales y nacionales. E inclusive pueden jugar un papel importante a nivel internacional en apoyo a la competitividad y productividad de las compañías.
Son organizaciones o entidades  que se unen para representar a un grupo, trabajar con él y apoyarlo en pro de la competitividad y el desarrollo del mismo. Esas entidades existen en economías avanzadas y en desarrollo. Sin embargo, los roles en cada una de las sociedades difieren  dado las características y necesidades  diferentes que tienen ambas.
Recuerdan que la reflexión giraba en torno al poder de la cultura con respecto a la colaboración. En nuestro país ese tipo de entidades pueden ser las cámaras y asociaciones de agremiados. ¿Qué sucede con ellas?, ¿En verdad trabajan en pro de los agremiados para incrementar la productividad?
Se supone que estas organizaciones buscan fomentar trabajo en equipo del sector, que sean como clúster,  como redes de trabajo y ellas fungir como intermediarios que negocien con los gobiernos de los distintos niveles apoyos, beneficios todo con el fin de ser más productivos y competitivos como sector.
Sin embargo, en más de una ocasión esas oportunidades se pierden por  buscar, quien está al frente, beneficios personales que del grupo al que representa, evitando con ello que el objetivo de mejorar la competitividad se logre. La participación en ese tipo de asociaciones se ve más como oportunidad política que como oportunidad de apoyo al gremio o sector.
Esas asociaciones pueden además de las asociaciones de profesionales y cámaras comerciales también organizaciones de transferencia tecnológica, los famosos “think tanks” no lucrativos es decir asesores y asociaciones de alumnos por ejemplo.
Pero lo importante es pensar en la razón por la que se une un grupo, ese trabajo colaborativo a favor de un conjunto y no de unos cuantos. Un trabajo donde se busque el bienestar del las empresas y no solamente que incremente el número de agremiados para que el  ingreso por cuotas o membrecía aumente.
Esos puestos u organizaciones deben de trabajar más por los objetivos comunes que por el dinero que existe. Le cuesta trabajo a los mexicanos por cultura trabajar y colaborar en equipo si nosotros de antemano no sentimos que existe un beneficio directo. Por lo mismo las empresas no participan tampoco y los ciclos de algo benéfico difícilmente se cumplen entonces.

Ejemplos de asociaciones que trabajando juntas  han logrado  objetivos interesantes para su gremio, y que no es de un país avanzado, sino de uno muy similar culturalmente al nuestro, es “Acoplásticos” Asociación Colombiana de Industrias Plásticas que logró interesantes acuerdos y apoyos para la industria colombiana de plástico y caucho a nivel internacional y nacional. ¿Si ellos pueden porqué nosotros no? En colaboración con Miguel Ángel Olivares Urbina. Comentarios a cmccoy@ucaribe.edu.mx y maolivares@ucaribe.edu.mx

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