15/10/2012
Después de las desagradables noticias de esta
semana preferimos hoy irnos directamente al tema que en este pequeño espacio compartiremos
con ustedes.
En México el 40% de la población es pobre, el
índice de desigualad de Gini es del 50.9% según datos del
Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL)
informe 2007.
La
clasificación utilizada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU),
considera a México uno de los “Estados menos desarrollados”, dadas sus
características; ocupando la posición 51 del Índice de Desarrollo Humano (IDH),
según el informe del 2008 de la ONU.
En contraste con estos datos en la actualidad
México está en el lugar 14 por su volumen neto de producto interno bruto de
893,364 millones de dólares, datos del banco mundial del 2008.
Esto nos indica que los mexicanos tienen menores
expectativas de vida al nacer (calidad de vida); que el ingreso promedio que
puede obtener es bajo, la desigualdad de ingreso es alta y su nivel educativo
es deficiente en comparación con otras naciones; además de tener como opción
laboral una planta productiva poco industrializada.
Las estrategias del gobierno mexicano para
mejorar esta situación y alcanzar un desarrollo; se han centrado en
políticas públicas que generen condiciones necesarias para insertar a México en
la globalización, atrayendo capitales de las grandes corporaciones e inversionistas
para hacer crecer el país, omitiendo los costos internos que esto
representa.
Lo anterior se hace con la promesa de una mejor
distribución de la riqueza en un futuro; por medio de el empleo, que estos capitales
crean al entrar en la República; confiando en que el “crecimiento” nacional es
la solución, a la condición actual de la Nación.
Las políticas públicas hoy van dirigidas a sacrificar a la población
actual para el beneficio de las generaciones futuras. Sin embargo, esto no está
rindiendo frutos porque el ciudadano sólo ve su poder adquisitivo disminuir y
sus posibilidades de mejora desvanecer, sin comprender el beneficio a largo
plazo que el modelo económico promete con el supuesto crecimiento económico.
Es aquí en
donde es notoria la falla de las políticas públicas adecuadas en el país,
convirtiendo a la política pública actual en un obstáculo en lugar de ser la
herramienta para el desarrollo del país.
Estimado lector si está colaboración les pareció
interesante, lo cual esperamos, no deje de leernos la semana que entra, donde
ahondaremos un poco más en el tema y reflexionaremos de los datos de IDH del
estado y el municipio. En colaboración con Christine Mc Coy. Comentarios cmccoy@ucaribe.edu.mx y maolivares@ucaribe.edu.mx
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