Renuncio a la necesidad de tener razón y trabajo en grupo con amor

domingo, 24 de mayo de 2015

Cambios sin cambio



He iniciado la lectura de un nuevo libro, se llama “Por qué fracasan los países” de Daron Acemoglu y James Robinson. Es un análisis histórico de los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza. 
En un análisis que realiza de la problemática vivida hace unos años en Egipto durante el derrocamiento de Mubarak menciona que a pesar de que los egipcios se deshicieron  de los imperios otomano y británico, esas transformaciones condujeron al poder a otra élite tan poco interesada como los otomanos y lo británicos en lograr la prosperidad para los egipcios de a pie. En consecuencia, la estructura básica de la sociedad no cambió y Egipto continuó siendo pobre.  
Así el libro hace todo un recuento y análisis de porque las naciones son pobres y cómo es que no cambian aunque cambien sus dirigentes. Pero lo interesante de esto es que ese análisis que hace de Egipto aplica a México, y no solo al  México actual, sino al de antaño.
¿Por qué digo esto? Bueno México antes de la independencia era dominado por la Corona Española, se independiza y ¿qué pasó? ¿Realmente hubo mejoría para el ciudadano de a pie? No, lo que hubo fue que una nueva elite, ahora criolla, mexicana, se posicionó en el poder y ya no tenía que enviar tributo a la Corona.
Pasaron muchos años y una revolución, que para la gente de a pie nuevamente significó poco y entonces llegó al poder la nueva elite: el PRI, que se quedó por setenta años dirigiendo hasta que se da en el 2000 el gran cambio y ahora el PAN llega al poder ¿Por qué no pasó nada? ¿Por qué se incrementó el desempleo? ¿Por qué la gente de a pie tuvo que mejor buscar opciones fuera que en su mismo país?  Porque no se dio un verdadero cambio, nuevamente solo llegó una nueva elite, pero la estructura básica de la sociedad no cambió.
Hoy tenemos al PRI nuevamente al frente, pero es la misma estructura tanto política, como social o ciudadana la que rige. Mientras no exista un verdadero cambio estructural  y la sociedad no participe más activamente y no piense que hacer democracia es ir a votar y nada más, difícilmente van a cambiar las cosas.
Conocer nuestra historia nos debe de servir para reflexionar, hacer algo y cambiar los patrones, no para replicarlos y decir que las cosas suceden porque el problema es de orden cultural o de raíz y que no puede ser transformado. Comentarios cmccoyc@gmail.com

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