17/10/2011
Estimado lector; en esta semana platicaremos un poco
sobre la calidad, le pediremos que reflexiones sobre cómo asegura que sus
productos o servicios llenen las expectativas de los consumidores.
Algunas empresas buscan atender lo referente a
la calidad con la certificación de su proceso; es decir, que otra empresa u
organismo independiente verifique la forma en la que llevan acabo las
actividades que desean certificar. De tal forma, que al interior de la empresa
se establecen el cómo vamos a realizar las cosas, se documenta para que en una
inspección física, se compruebe que las actividades se realizan como el
procedimiento lo indica.
Pero, en este punto tenemos que preguntarnos
¿Estás certificaciones en realidad garantizan que mi empresa hace mejor las
cosas?, la respuesta es sí, sólo se tienen que tener algunos cuidados para
evitar que los procesos acreditados en lugar de ser una herramienta de mejora,
se conviertan en una camisa de fuerza para la empresa o institución. Para
evitar esto, no de vemos olvidar nunca que los procesos certificados son las
herramientas para alcanzar los objetivos.
Se debe cuidar
que los indicadores de los proceso se vuelvan el objetivo, envés del medidor de
ese cumplimiento; en el momento en el que el indicador se convierta en la razón
de ser del proceso, se perderá su efectividad, porque podría llegarse a una simulación con tal de cumplir
los objetivo.
Cuando la empresa
es pequeña es importante hacer procesos más sencillos, con el incremento de
tamaño de las empresas, aumenta la complejidad para las implementaciones nuevos
proceso, por lo que se deberán seleccionar muy bien que debe ser un proceso por
acreditar o certificar.
Los directivos
deberán tener una clara visión de por qué quieren certificar algún proceso,
evitando que solo se implementen porque la competencia lo hace o porque está de
moda. El tomar estas decisiones también demeritara la calidad y el alcance de
la búsqueda de la calidad en su empresa.
Dicho lo
anterior, les recomendaremos a las micro y pequeñas empresas, que no están en
disponibilidad de pagar un organismo que le extienda la certificación, que
inicien con actividades básicas que podrían ser relativamente fáciles:
Pregúntele a su cliente qué opina de su producto, qué le gusta más, qué le
gusta menos, sobre la presentación de éste, la facilidad de utilizarlo, si
requiere de algún instructivo o nota adicional para utilizarlo, si el empaque
es adecuado para el producto o para la forma
en el que el cliente lo usará, si el mismo llega a tiempo.
Todo lo anterior
puede hacerlo por medio de breves y sencillos cuestionarios que recaben todo lo
que es de su interés, (sin extenderse en exceso ). Trate de implementar primero
los cambios que no re requieran de mayor inversión y posteriormente aquellos
que podrían aumentar las ventas, pero que requieran de una inversión mínima y
solo realizar cambios a sus productos
que representen alta inversión si se puede establecer un análisis en
donde se pueda medir que se tendrá un retorno del dinero invertido.
En estos tiempos
de crisis los clientes se vuelven más selectivos y aquellos productos y
servicios que resulten de mejor calidad, “Que cumplan más con las expectativas
del cliente” son los que tendrán mayor oportunidad en el mercado; Haga propio
este concepto de búsqueda de calidad, no se vaya a perder en la burocracia de
la mal entendida calidad acreditada. Un cliente que recibe una sonrisa de un
empleado comprometido se va más satisfecho que alguien que le asegura en su
eslogan que están altamente certificados por la noma ISO 0000001. Comentarios a
cmccoy@ucaribe.edu.mx y maolivare@ucaribe.edu.mx con
colaboración de Christine Mc Coy.
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