03/06/2013
Peter
Drucker, un genio de la administración decía “no hay escusa para que las
administraciones cometan los cinco pecados mortales. Son tentaciones que hay
que resistir”. Hoy vamos a comentar esos cinco pecados para reflexionar que
tanto están presentes en nuestra comunidad y como perjudican.
El
primer pecado es “la adoración de los
altos márgenes de utilidades y de los precios de prima” Una empresa que
cometió este error fue Xerox, en los años 70 cuando cada vez que innovaba algo
en sus equipos le subía de precio. Cannon vio una oportunidad y se apoderó del
mercado con un precio 40% menor, con lo que Xerox estuvo a punto de quebrar.
Lo
anterior lo vemos en Cancún con algunas
compañías aéreas, cuando es supuestamente temporada alta y las tarifas suben
como espuma hasta el cielo. Otras más
mesuradas no suben tanto su precio y pueden acaparar más mercado lo que las
lleva a que en el largo plazo se mantengan más sanas ya que sus ventas suelen
ser más estables.
El
segundo pecado es “fijar precios de un
nuevo producto cobrando lo que resista el mercado” aquí también los
japonenses encontraron una oportunidad ya que los norteamericanos, quienes
inventaron el fax, en su momento vendían las máquinas a precios exorbitantes
abriendo la oportunidad a los japonenses de entrar con máquinas más sencillas a
menor costo, lo que prácticamente sacó del mercado a las compañías de fax
estadounidenses.
En
Cancún este ejemplo lo vemos en algunas compañías de tours que venden a unos
precios exageradamente caros. Sin embargo, como quedan algunos clientes que aún
así les compran piensan que no deben de preocuparse. Pero, al contrario esta
situación se convierte a la larga en una debilidad en lugar de fortaleza.
“Fijar precios basándose en los costos” muchas empresas suman los costos y luego
agregan la utilidad, en ocasiones estás utilidades son muy elevadas y al ver
que el producto no se mueve entonces comienzan a bajar el precio paulatinamente.
Esta situación a la larga puede llevar a bajar el precio incluso por debajo de
los costos produciendo pérdidas.
Hay
un pecado que en Cancún se observa mucho en las compañías y es el de “Sacrificar oportunidades de mañana en el
altar del ayer”. Es decir, se vive
de los éxitos pasados y no se observa el ahora y eso provoca que no se
vean las nuevas alternativas de negocio.
Por
último, el quinto pecado es "alimentar los
problemas y dejar morir las oportunidades" eso lo vemos en
la zona hotelera con la situación del Todo Incluido por ejemplo, donde se
permite más hoteles bajo esa modalidad y se deja morir la oportunidad que los
turistas salgan a las calles a consumir y disfrutar de los atractivos de la
zona para incrementar la derrama económica.
¿Usted amigo empresario
ha caído en alguna de estas tentaciones? Reflexione y corrija será mejor para
su negocio. En colaboración con Miguel Ángel Olivares Urbina. Comentarios a cmccoy@ucaribe.edu.mx y maolivares@ucaribe.edu.mx
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