22/04/2013
Estimado Lector si bien en los inicios del mes de
abril nos alegraba el dato de una disminución en la tasa de desempleo en marzo
había bajado a 4.51, unos cuantos días después ese dato mágicamente volvió a
repuntar a 5.01%.
Pero de alguna manera eso es normal, los datos
económicos, y principalmente de México, son como las líneas de un
electrocardiograma, constantemente moviéndose y generando sorpresas para todos.
Lo cual nos obliga a estar siempre pendientes de ellos al momento de planear y
verificar cual es la última cifra vigente y su fuente por supuesto.
Por otra
parte, así como estamos pendientes de las cifras debemos seguir los avances en las
propuestas de reformas que no se llegan a buen puerto, para poder ponerse en
marcha como las necesita el país para su desarrollo y no como beneficio de solo
las poderosas minorías.
En la semana
anterior se desarrolló un ejercicio en donde se entregaron propuestas, para el
Plan Nacional de Desarrollo. Estos foros son necesarios para tomar de la
sociedad su opinión. Pero, estimado empresario, ¿Se entero de esta actividad?, ¿Consideraría
que es responsabilidad de los organizadores o es de los que piensa que es
responsabilidad de los empresarios estar bien informado principalmente de todos
aquellos asuntos que le competen a usted o a su organización?
Antes de que se responda, le invito a que hagamos
una reflexión, cuando usted se siente mal y no le platica a nadie, ¿un doctor
aparece de la nada y le dice tomate esta medicina y en 10 minutos te sentirás
también como siempre? Lo anterior solo pasa en las películas.
Lo que si sucede es que debemos ser más coherentes
con nuestras metas, las cuales para su realización requieren de acciones y una
de estas acciones, la cual omitimos continuamente es la evaluación.
Con la ayuda de la evaluación podremos medir a qué
distancia estamos de alcanzar nuestros objetivos, podemos establecer acciones
correctivas para mejorar el rumbo o podemos construir la información necesaria
para motivar o capacitar en sus áreas de oportunidad a nuestro personal.
En este
punto en específico se requerirá de medir con algún método como una persona se
desempeña en el puesto de trabajo. Esto es muy delicado, puede notarlo al
encender la tele y mirar una marcha de “maestro” polemizando sobre la pertinencia
de ser evaluados o no.
Debemos crear una cultura de evaluación donde lo
primero que debemos de quitar de la cabeza de nuestros colaboradores es que se va
a evaluar para tener herramientas para correrlos; por lo anterior el método de
evaluación no puede ser utilizado como herramienta de despido.
Por el contrario debe ser el instrumento con el que
se construyan los futuros programas de capacitación o procesos para la
premiación de aquellos que obtienen resultados sobresalientes, los cuales
incentiven a los compañeros de trabajo para ser beneficiarios con dichos
proceso en el futuro.
Existen variados métodos para realizar estas
tareas, les compartiremos que la evaluación inicia desde el momento en el que
se construyen las metas de los objetivos, estas deben ser claras y
cuantificables. Para poder hacer evidente cuan cerca o lejos se está de cumplir
con las metas.
La proporción en la que los empleados participan en
el cumplimiento de las metas y su éxito deberá ser considerado para su
evaluación, también se tomará en cuenta lo responsable que es con el uso
de los recursos materiales y financieros, al igual que su comportamiento y
colaboración desarrollada en sus actividades con sus compañeros de trabajo, así
como considerar para una evaluación su creatividad, innovación y pasión para
realizar las actividades en comendadas. En colaboración con Christine Mc Coy. Comentarios
cmccoy@ucaribe.edu.mx y maolivares@ucribe.edu.mx
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