29/04/2013
Joseph Stiglitz,
premio Nobel de economía en 2001, quien trabajara en la administración de Bill
Clinton y fuera economista en jefe del Banco Mundial en su más reciente libro
el precio de la desigualdad hace un análisis crítico de la situación que vive
Estados Unidos a partir de la Gran Crisis de 2008.
Sin embargo, a
pesar de estar el libro centrado en las
consecuencias del sistema neoliberal en Estados Unidos y tocar de manera
parcial la problemática europea el libro describe muchas situaciones que
parecieran referirse a las afectaciones de dicho sistema y la globalización en
México.
En este libro,
el Premio Nobel, muestra, quizás de manera involuntaria, que los problemas
contra los que luchan las naciones en
desarrollo, como México, son los mismos
a los que se enfrenta la gran potencia norteamericana, con lo que valdría la
reflexionar si se continúa copiando el modelo o se busca uno más acorde a las
necesidades actuales.
Stiglitz
presenta unos “hechos crudos e incómodos sobre la economía estadounidense: (a)
El crecimiento de los ingresos en Estados Unidos en los últimos años se produce
principalmente en el 1 por ciento más alto de la distribución de los ingresos.
(b) Como consecuencia de lo anterior, existe una desigualdad creciente. (c) Y
los que están en la parte inferior y en la parte media en realidad están peor
económicamente que a principios de siglo. (d) Las desigualdades en el
patrimonio son aún mayores que las desigualdades en los ingresos. (e) Las
desigualdades son evidentes no solo en los ingresos, sino en diversas variables
que reflejan la calidad de vida, como la inseguridad y la sanidad. (f) La vida
es especialmente difícil en la parte más baja, y la recesión ha provocado que
sea mucho más dura. (g) Se ha producido un vaciamiento de la clase media. (h)
Existe muy poca movilidad de ingresos —el concepto de que Estados Unidos es una
tierra de oportunidades es un mito—. (i) Y Estados Unidos tiene más desigualdad
que cualquier otro país industrializado avanzado, hace menos por corregir esas
diferencias y la desigualdad está aumentando más que en muchos otros países”.
Desafortunadamente estos puntos pueden
ser hechos crudos e incómodos también de México en lo que cada se
refleja de igual forma nuestra realidad.
Comentar en este
corto espacio todo el libro nos llevaría muchas columnas o una página entera y
no es el caso, mejor los invito a leer
el precio de la desigualdad donde descubrirá que la economía mexicana comparte
más puntos en común con la norteamericana de los que quisiera, que las
enfermedades que padecen y los hacen económicamente vulnerables en este momento
son enfermedades muchas de ellas anejas ya en México y que deben de ser
tratadas lo antes posible porque cada vez se profundizan y agravan más.
Al finalizar el libro queda claro que tanto el
sistema económico neoliberal como la globalización en los términos en los que
están pensados no funciona para muchas sociedades por lo que debe de buscarse
nuevos enfoques más equilibrados. En colaboración con Miguel Ángel Olivares
Urbina. Comentarios a cmccoy@ucaribe.edu.mx
y maolivares@ucaribe.edu.mx
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