Renuncio a la necesidad de tener razón y trabajo en grupo con amor

jueves, 16 de enero de 2014

Impuestos

04/11/2013
En estos meses se está evaluando la nueva reforma fiscal. Muchos cambios ya han sido aprobados, otros siguen en discusión y será en unas semanas cuando nos enteraremos del veredicto final. Sin embargo,  más allá de la reforma fiscal me gustaría reflexionar acerca del fin que los impuestos tienen y el uso que se les da.
Originalmente el impuesto es el dinero que nosotros le damos al gobierno para que él lo maneje y realice una serie de actividades para beneficio de la comunidad, que nosotros precisamente por estar ocupados en otra actividad productiva no podemos realizar.
¿A qué nos referimos? Todo es parte de un círculo económico. Usted  tiene una empresa, esa empresa genera empleos que proporcionan un ingreso a las personas para que después puedan consumir en otras empresas.
Para que usted y yo lleguemos a nuestros trabajos debe de haber una infraestructura mínima como calles, alumbrado público, drenaje, servicios de recolecta de basura, sistema de alcantarillado y agua potable,  por mencionar algunos y esa es responsabilidad del gobierno.
La sociedad, consciente de que en ocasiones las necesidad que se tienen son mucho más grandes a los alcances del gobierno y entonces se tienen dos opciones le damos más dinero al gobierno para que funcione o la iniciativa privada brinda parte de esos servicios y así la carga gubernamental es menor porque habrá empresas privadas que brinden algunos servicios y su peso social disminuye.
Esos servicio son la seguridad, no solo hay seguridad pública sino también hay seguridad privada y los ciudadanos tienen derecho o posibilidad de elegir. Otros servicios similares son la educación y la salud, en ambos hay opciones privadas y públicas.
Hasta ahí todo se entiende y suena bonito. ¿Pero qué pasa en la realidad? ¿Por qué el gobierno no recolecta lo que calculo y busca entonces más contribuyentes?   
Empecemos reconociendo que las deducciones que hacen las grandes empresas y los mismos gobernantes con sus grandes sueldos le quitan presupuesto al gobierno. Después el mal manejo de prioridades que el gobierno tiene, hacen también que ese  dinero se reduzco. Por último, la evasión fiscal, donde gente paga menos de lo que debe o de plano no paga como es la economía informal, merma ese presupuesto gubernamental.
Así como a usted y a mí nos sube el costo de vida, le pasa al gobierno entonces debe buscar más contribuyentes. Sin embargo, lo que hace es pedir más de los contribuyentes cautivos generando estas reformas que a la larga tienen poco resultado fiscal y si mucho impacto social sobre una parte de la sociedad que ya enfrenta de por sí una fuerte carga impositiva.
Las soluciones a esta situación son muchas, pero algunas de ellas requieren voluntad política para poder ser aplicadas. Aquí sólo expondré lo que en mi opinión podría resultar ser parte de esos remedies.
Las empresas grandes son parte de la solución, aunque ellas no lo vean así,  ya que éstas deben de entender que ellas son parte del mismo  círculo económico que mencionábamos arriba. El rol que ellas juegan es la creación de empleos y  nos es ningún favor a la sociedad ya que obtienen una ganancia, y sustanciosa, de capital.
Por lo anterior NO debería haber exenciones a las empresas  y menos a las grandes porque resulta que las que deducen todo son las multinacionales y grandes empresas mientras que las medianas y pequeñas sufren grandes persecuciones fiscales. La infraestructura y servicios que se pone con los impuestos también es para ellas y que no existe ninguna razón para que deban deducir impuestos.
Por otra parte, hay impuestos al consumo cómo el IVA e impuestos a la renta como el ISR.  El impuesto a la renta  en México ha resultado ser desigual porque no se grava al que más tiene y menos al que menos tiene. Aquí el que menos tiene pero es contribuyente cautivo, es decir el trabajador y las pequeñas  y medianas empresas, paga más que el que más tiene como las grandes empresas.
Para evitar esa desigualdad en lugar de impuesto  sobre la renta debería de existir un solo impuesto al consumo el IVA, y quitar de lleno el ISR para dejar intacto el sueldo. Entonces quien tiene más suele gastar más y por ende pagará más que el que menos tiene.
  El ahorro interno beneficia al país sin embargo con los esquemas actuales se hace muy complicado ahorrar. Si se gravara solamente el consumo, dejando intacto el sueldo que las personas reciben, habría mayor oportunidad de impulsar el ahorro interno lo que a la larga beneficiaría a todos  gobierno y particulares.  En colaboración con Miguel Ángel  Olivares Urbina. Comentarios a cmccoy@ucaribe.edu.mx y maolivares@ucaribe.edu.mx


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