30/04/2012
Estimados
lectores la semana pasada, al igual que las últimas cuatro, los medios de
comunicación nos han brindado información constante de las campañas de los
cuatro partidos políticos que buscan el prestigiado puesto de gobernar a los
mexicanos los próximos seis años.
Desafortunadamente
lejos de ver propuestas, ideas y planes de desarrollo económico para el país,
sólo se perciben ataques y contra ataques con respecto a lo que se ha hecho mal
por parte de cada uno de ellos. Como siempre México copiando lo que se hace en
el exterior, porque esa guerra sucia en las campañas inició, si mi memoria no
me traiciona, hace como ocho años en una de las campañas norteamericanas.
La
práctica anterior en esencia no ha hecho que las cosas cambien en cuanto a las
tendencias generalizadas. Los datos se mueven para arriba y para abajo en un
solo digito. Pensar que es nuestro dinero
el que se utiliza para esto que observamos resulta desconsolador. ¿Qué pasaría
si todos esos millones de pesos se invirtieran mejor en la educación de
los jóvenes que son quienes deben ayudar a la construcción de un país mejor?
Con una educación que colabore e incentiva su
creatividad y les brinde valores sólidos
que eviten que se den casos como los de Wal-Mart o como el empresario taquero,
que cubre su colaboración económica informal para que la sillas que tiene en la
banqueta se queden ahí para sus clientes.
Si
bien las diferencias de “apoyos para la gestión” son multimillonariamente
diferentes, la realidad es que para que sucedan este tipo de situaciones
existen muchos actores que responden a sus necesidades, sentimientos y valores.
No
solo es pensar como una empresa trasnacional llegó a corromper a autoridades
mexicanas, más bien hay que reconocer que en México desde antes hemos permitido
y fomentado esa corrupción. Creo estimado lector, sin llegar a lo utópico, que
debemos poner nuestro grano de arena, y también el de cal, para no permitir
estas cosas. Para empezar con nuestra tarea de colaboración contra estos hechos
le pregunto ¿Pagó sus impuestos este año? ¿Está en regla su negocio? Recuerde que la tarea de todos.
Si
nosotros no damos el primer paso nuestros gobernantes continuarán ocupados
diciéndose sus verdades o mentiras, perdidos en esta guerra sucia. Mientras los
mexicanos sigamos cada uno viendo cómo llevar agua a nuestro molino sin
preocuparnos por la comunidad y país en el que vivimos difícilmente veremos
cambios. La semana pasada los invitamos
a enviar sus propuestas, la invitación continúa abierta para hacer oír nuestra
voz. En colaboración con Christine Mc Coy comentarios a cmccoy@ucaribe.edu.mx y maolivares@ucaribe.edu.mx
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