20/05/2013
En este espacio la
semana pasada se habló de “cómo hacer
planes que funcionen” sin embargo
resulta que en ocasiones es muy complicado lograr esto por los intereses de
terceros como es el caso de nuestra Ciudad y Zona Hotelera.
Cancún y su zona
hotelera fue, como muchos de ustedes
sabrán, la primera zona turística que nació de la idea de alguien y fue
consolidándose hasta tener su plan
maestro.
Sin embargo, la
planeación fue rebasada por la realidad y paulatinamente comenzó a imperar una especie de anarquía manejada por los grandes
intereses que en la ciudad existen.
Cuando estas cosas
suceden la planeación deja de ser adecuada y se convierte en “planeación de
escritorio” y eso fue lo que sucedió en la ciudad. De esta forma dicho
comportamiento ha llevado a un desorden que en la actualidad se observa en
sobre-densificaciones, escasez de áreas verdes, calles mal trazadas que generan
caos vial entre muchos problemas más con lo que la ciudad comienza a
colapsarse.
La zona hotelera,
parece un ente aparte y no tan enfermo como lo está la ciudad. Sin embargo
también muestra síntomas de fuerte deterioro donde la imagen de lo que fuera un
bello boulevard ya no lo es tanto
gracias a centros comerciales cerrados, incluso abandonados,
construcciones clausuradas, sin ventanas
al mar y una laguna contaminada.
Pero los planes para
ordenar todo esto existieron como mencionaba antes. El destino inició con un
plan maestro de 1982 donde se plasmó la idea
original de Fonatur y Banco de México. En dicho plan se observa la idea
crear un centro cuidadosamente planeado, siguiendo, sin decirlo abiertamente,
una idea de sustentabilidad donde se procuraba equilibrar a los distintos actores la sociedad, la economía
y la naturaleza.
Posteriormente la
ingenuidad de este plan y las fuerzas externas como el poder de la ambición de
quienes llegaban generaron que este plan sea hoy un plan de escritorio que se
alejo mucho de la realidad.
Los planes
subsecuentes de 1993 e incluso el
programa de desarrollo urbano de 2005 son planes que buscan controlar el
desorden del destino pero que nuevamente han sido poco eficaces.
En esta veloz
reflexión y reseña de lo que han sido los planes en nuestra ciudad no queda una
enseñanza que sirve para cuando usted realice planes para su empresa.
Los planes de su
empresa deben de ser realistas. Los números que utilice deben de ser lo más
veraz posible y más vale trabajar sobre escenarios neutros y con paso firme que
emocionarse con escenarios muy positivos
que luego tengan que ser ajustados o peor incluso trabajar con escenarios
demasiado modestos como Cancún y que al ver el éxito no reaccionaron a tiempo
para ajustar el plan sino que esperaron hasta que se ha vuelto incontrolable.
Hoy los intereses
predominan sobre la calidad de vida de la gente que vive en el destino lo que
puede impactar a mediano plazo la zona
hotelera, sino es que ya lo hace. En colaboración con Christine Mc Coy comentarios cmccoy@ucaribe.edu.mx y maolivares@ucaribe.edu.mx
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