A la economía en general se le
visualiza como una ciencia, muy difícil, aburrida, casi dura por sus números,
aunque es importante señalar que no es una ciencia dura dado que su objeto de
estudio es el ser humano y su comportamiento en relación al dinero. Pero al
contrario, la economía puede ser un arte, divertido y que requiere de mucha
creatividad.
Estas semanas estuve, como
algunos de ustedes, de vacaciones y tuve tiempo de observar el mundo a mí alrededor. Uno de los grandes problemas
que atacan al planeta hoy es el desempleo, aunque hay países como Mónaco que se
despreocupan de él porque tienen cero desempleo si hay naciones como México que
tiene un 5% de desempleo, Estados Unidos el 7%, China el 6% y naciones que inclusive como España que manejan una cifra de paro del 26% de
acuerdo al Worldfact book ranking de la CIA.
Sin embargo, mientras estaba de
vacaciones tuve, como dije, oportunidad de observar al mundo y más allá de las
cifras estrepitosas o no reflexione acerca de ese mundo donde ya hay muchas
cosas hechas y la relación con el desempleo.
¿A qué me refiero? En la década
de los treinta un continente el europeo estaba en guerra, eso provocó que América se convirtiera en proveedora mundial
y gracias a esa situación creció, lo
mismo que en los cuarentas ya que tras
la guerra en 1945 las economías europeas se tenían que restablecer y aún requerían de los países de América para su
proveeduría, lo que significaba trabajo, crecimiento y desarrollo para las
naciones.
Llegó la década de los cincuentas
Europa comienza a despegar nuevamente, América continúa y los asiáticos con
paso lento intentan ingresar al mercado internacional pero van más lento aunque
con paso firme.
Para la década de los sesentas y
setentas en general tenemos a un mundo consolidado, temerosos de la guerra
fría, pero caminando y comenzando a
cambiar de esquemas industriales ya que
hay una serie de países llamados “en desarrollo” que requieren ser impulsados.
Para ese tiempo el impulso de
América Latina comenzaba a disminuir dado que los países europeos a los que
había proveído durante la guerra ya habían restablecido su economía y ahora era
Latinoamérica la que enfrentaba situaciones políticas desestabilizadoras en muchas
naciones.
Para los ochentas la economía
latinoamericana se perdió a causa de la deuda y los malos manejos de los
setentas. Los asiáticos despegaron y por su parte el cambio en la economía
americana principalmente y en algunas naciones europeas ya había arrancado
desde una década antes abriendo sus empresas nacionales filiales en otros
países, sacando sus plantas productivas de las naciones caras para llevarlas a
países más baratos convirtiéndose en economías de servicios.
Los noventas y el nuevo siglo han sido el despegue
completamente de la economía de servicios y la tecnología jugó un papel fundamental. Hoy volteamos a nuestro alrededor y el mundo está
hecho, los servicios están ahí, las carreteras existen, las empresas funcionan
y de hecho en ocasiones hay más de las que el mercado resiste con lo que la
competencia es más feroz, sin embargo la
población minuto a minuto crece y se desarrollo, siendo un total de 7, 229, 357,786 y creciendo lo
que significa la necesidad de más
empleos lo que nos obliga a ser creativos.
En los cuarentas la población era
menos y había mucho camino por andar, hoy somos muchos, el camino está andado y
la tecnología lo ha facilitado y ha reducido la necesidad de mano de obra,
inclusive en el sector servicios también.
Hemos pasado por varias
transiciones económicas y estamos en una nueva que obliga a cada uno de estos
millones de seres humanos a buscar y
pensar que hacer en lugar de esperar a que les diga el sistema que hacer. Para
ayudar a que el desempleo en las naciones disminuya hay que aprender a pensar
diferente y ese es el verdadero reto humano porque hay muchas generaciones que
no nacieron bajo ese esquema y esta nueva transición, que no sabemos a dónde va,
genera mucha incertidumbre porque obliga a pensar diferente. Comentarios a cmccoy@ucaribe.edu.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario