No
faltará quien crea que economía e historia no están relacionadas, sin embargo
tienen mayores cosas en común de las que se imaginan amigos lectores. Más de
una ocasión he escuchado, e incluso repetido yo misma, que en nuestro país
existe amnesia histórica. En ocasiones no es amnesia, sino que no conocemos
nuestra historia y por lo tanto no nos enteramos que ésta se repite
constantemente y que los errores del pasado se siguen haciendo.
Recientemente
encontré un libro llamado México Negro, novelado o no, maneja muchos datos
verídicos de lo que fue nuestra historia y el interés de extranjeros por
explotar el petróleo mexicano para su beneficio, haciendo a un lado a los dueños
de la tierra, que se supone, son incluso quienes se deberían ver beneficiados
por ese recurso natural “patrimonio nacional”.
La
reforma energética aprobada recientemente promete una mayor producción de
petróleo y gas, mismos que incrementará el presupuesto del país y ese ingreso adicional se destinará a abatir
la pobreza, a mejorar la salud pública, a construir carreteras y caminos y
brindar más servicio de agua, dicen las autoridades.
Pero
si no mal recuerdo, en la época de Vicente Fox, hubo los famosos excedentes
petroleros y en ese tiempo indicadores de pobreza incrementaron y la economía
se estancó. Esos excedentes petroleros eran peleados por los estados
supuestamente para ser aplicados en infraestructura y desarrollo de la economía
de los mismos y al final acababan siendo utilizados en gasto corriente. ¿Quién
nos asegura que ahora no será igual?
La
inversión extranjera directa es muy buena, y es un buen instrumento para que
las naciones logren en efecto desarrollar sectores donde no cuentan con
recursos o tecnología y la perforación
de pozos profundos es un área de oportunidad que México tiene y donde no cuenta
con la tecnología suficiente.
Pero
si uno se acerca a la historia petrolera de nuestro país, conocerá que en 1906
empresas extranjeras explotaban el petróleo mexicano y se llevaban los
beneficios a su país. Como lo mencionó Taft, presidente de Estados Unidos en
1909, “los recursos obtenidos por nuestros negocios en otros países son vitales
dentro de nuestras políticas domésticas de desarrollo”.
¿Se podrá repetir la historia? ¿Se pusieron los
candados suficientes en esta nueva reforma para que en esta ocasión si sea
México y los mexicanos quienes se vean beneficiados?
No hay comentarios:
Publicar un comentario