Estimado lector como antes hemos comentado el diseño de las políticas públicas para apoyo a las micro y pequeñas empresas está distante de apoyar de manera franca a esta clasificación de unidades económicas.
Aún cuando programas como Fondo PyME tienen mucha mercadotecnia y programas como mi tortilla, mi tiendita y franquicia en donde para el 2010 de destinaron casi 6,000 millones de pesos, nos seguimos preguntando en donde está todo ese apoyo que en realidad sirva para la mejora de los negocio, a pesar de que las evaluaciones que le hacen a los resultados del fondo no son malas, en percepción siguen siendo apoyos insuficientes.
El resultado más significativo de esta evaluación es de su indicador inicial de empresas atendidas por el fondo; en donde la meta para dicho indicador era 236,000 MiPyMes pero sólo se atendieron 79 321 MiPyMes. Si se midiera el desempeño de este fondo, sólo por este indicador se podría establecer que apenas se cumplió con el 33.61% (evaluación al fondo pyme de la CONEVAL 2009), de la razón de ser de este fondo que Según los objetivos de la Comisión Nacional de Evaluación (CONEVAL) este fondo está hecho para “Crear condiciones favorables para el desarrollo de las empresas especialmente de las micro, pequeñas y medianas”.
Sin embargo, no todo es desalentador ya que estos mismos fondos crearon 81,081 empleos en el año 2009 de una meta de 75,000; con lo que se puede observar que si se utilizan 5,600 millones de pesos para crear 81,081 empleos entonces a cada empleo se le invirtió $69,066.00. Aún así, estimado lector, podemos afirmar que no vemos el apoyo que tanto se anuncia que llega a las MiPyMe, dado que las políticas no son claras y los apoyos no son contundentes, además de que las iniciativas que se toman no son de verdadero impacto.
Un ejemplo de la falta de apoyo en las políticas públicas para las MiPyMe son los dimes y diretes sobre el decreto presidencial (que hace deducible de impuestos el pago de colegiaturas) los cuales ponen a Lujambio en primera fila de la carrera por la silla mayor, abren debates de si es una acción populista o es una luz en la obscuridad que indique que el gobierno empieza a tomar buenas decisiones.
Mientras tanto, si ponemos en el filtro a los verdaderos beneficiarios de este decreto ¿Qué personas nos quedan? Los asalariados en general que no se vean atosigados por el enredo fiscal de IETU y el ISR, (comentario del Maestro Sergio Lagunas Puls), entonces podemos presumir que si existe beneficio, pero las MIPYME tendrán que hacer un análisis fiscal para saber si podrán tener acceso a este beneficio.
La problemática real con este tipo de medidas es que en este momento no se puede distinguir el costo de la factura que representara la medida tomada y si las demás instancias como la Secretaria de Educación harán la tarea para que esto sea realmente una mejora en el desarrollo académico de los estudiantes o sólo se convierta para las escuelas particulares en una guerra entre ellas para atiborrar sus salones de estudiantes
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