06/01/2014
Quizás para las
nuevas generaciones que nacieron en la época de Vicente Fox escuchar que el
primero de enero subió la gasolina, incrementan las tarifas de servicios
hoteleros, suben los servicios como gas y luz y agua, que el IVA pasa del 11 al
16% les sea históricamente poco significativo más allá de pensar que son los
incrementos tradicionales de inicio de año.
Sin embargo, para quienes
pasamos los cuarenta y vivimos las épocas Priistas tanto incremento en precios y la no
correspondencia con el incremento salarial nos pueda poner a reflexionar si
hemos regresado a las “épocas de antaño” donde año con año los precios
incrementaban en desmedida y se vivieron fuertes momentos inflacionarios.
Para muchos
jóvenes es inimaginable pensar que la inflación en el país alcanzó niveles de
más del 150% y que hacer una planeación
del gasto era prácticamente imposible porque no había dinero que rindiera.
Los tiempos
panistas pueden ser muy criticados por un bajo crecimiento del Producto Interno
Bruto, pero lo que no se puede negar fue la estabilidad macroeconómica que
ayudaba a familias y empresas a planear su futuro.
Este es el
primer inicio de año que nos toca vivir tras el retorno del PRI al poder y la
escalada de enero se ve mucho más difícil. Pero, lo más preocupante para
algunos es la idea de pensar en esa
escalada de precios que puede venir y hacia donde puede llevar al a la nación.
Un grado razonable de inflación siempre es aceptable,
porque los precios por naturaleza cambian. Ya sea porque los productos son de
temporada, porque existe alguna escasez o sobre producción de algún bien por
ejemplo.
Lo que no es
adecuado es cuando se generan inflaciones incontrolables y los precios suben en
desmedida, en esas ocasiones inclusive el PIB puede parecer reflejar
crecimiento de acuerdo a sus cifras pero al quietarle el efecto inflacionario
se observa una realidad distinta.
Hoy dedico la
primera columna de este año a este tema porque cuando leía las noticias de los
últimos tres días para poder ver qué
pasaba para escribir este espacio me llamó la atención ese matiz ochentero que
el periódico tenía donde todo era incremento de precios y afectación al poder
adquisitivo de los mexicanos. Ojalá peque yo de exagerada y no esté México en
seis años nuevamente subido sobre un caballo desbocado llamado inflación. Que
la falta de memoria histórica de los mexicanos no lo permita.
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