Renuncio a la necesidad de tener razón y trabajo en grupo con amor

lunes, 3 de marzo de 2014

Recobremos la sustentabilidad


Llegue a Cancún en septiembre de 1996, voy a cumplir 18 años en tierras quintanarroenses y no puedo negar que fue un cambio positivo y que Cancún me ha brindado muchas oportunidades tanto económicas como personales para mejorar mi vida. Sin embargo, observo como Cancún cambia y paulatinamente se convierte en algo que no me gusta.
Inspirada en esa inquietud personal realicé hace unos meses un estudio con fotografías de la Zona Hotelera, nuestra principal fuente de ingresos, y pregunté a los participantes  su percepción de lo que veían. Lo que buscaba medir es algo que se llama Capacidad de Carga Perceptual que es uno de los elementos que integran la Capacidad de Carga Turística.
Los resultados fueron interesantes porque en efecto un 60% de los encuestados  reconoció que la Zona Hotelera en la actualidad ha dejado de ser un motor económico como lo era. Hubo imágenes en las que casi de manera unánime los participantes coincidieron que lo que se percibe es tensión, inestabilidad, inseguridad, desgaste, pobreza, deterioro, saturación y desprestigio.
Pero el estudio no solo buscó evaluar la parte de percepción económica, sino la ecológica y la social. En la ecológica fue un poco más moderada la opinión aunque  el 53% opinó que no existía un equilibrio entre turismo y naturaleza en Cancún. Respuesta que es de llamar la atención, cuando es un destino que se encuentra situado en el Caribe y fue escogido y se ha posicionado entre otras cosas por sus   bellezas naturales.
Sin embargo, cuando llegamos al análisis social observamos que  a pesar de la percepción negativa en la parte económica y la ecológica, socialmente si se considera que la Zona Hotelera mejora la calidad de vida de los cancunenses.
Esta respuesta pareciera denotar que muchos a pesar de ver los defectos que tiene la Zona Hotelera la reconocen  como una mejora de vida porque la comparan con lo que tenían antes de venir a este paraíso. Porque eso es, un paraíso, pero  cada vez tiene menos playas a disposición de los locales, más tráfico, salarios más bajos debido a le excesiva competencia y turistas con menor poder adquisitivo con lo que la derrama disminuye y beneficia a unos cuantos.
Recientemente estuvo en los periódicos la discusión del Programa de Desarrollo Urbano 2013 -2030. Un plan que pretendía incrementar la densidad de la zona hotelera lo que hubiera significado la sentencia de muerte para ella.
Estamos a la espera de una nueva propuesta de plan, hay que estar muy atentos a él porque si queremos, como cancunenses, que la zona hotelera siga  mejorando nuestra  calidad de vida  debe también hacer que el aspecto económico de la zona hotelera si sea un motor para todos y debe tener balance ecológico sencillamente porque estamos en el Caribe y no debemos desaprovechar nuestras bellezas naturales saturando de cemento el horizonte.

La Zona Hotelera si fue planeada en sus inicios  bajo una perspectiva de equilibrio sustentable. Hagamos que la Zona Hotelera recobre ese equilibrio económico, social y medioambiental y sea un destino turístico sustentable, porque hoy lo ha perdido. Comentarios a cmccoy@ucaribe.edu.mx

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