31/03/2014
Paso muchas horas trabajando y
estudiando, y el viernes decidí salir a distraerme un momento en el afán de
recargar pilas para poder hacer todo lo que en el fin de semana me esperaba, ya
que la semana había estado pesada y el sábado y domingo pintaban mucho más.
Fui a un lugar al que por años
había ido a escuchar música y tomar una copa. Tenía tiempo de no acercarme por
ahí principalmente por falta de tiempo, así que este viernes era un buen
pretexto para dar una vuelta y ver como la ley de la entropía, que señala que
todo tiende al cambio, había trabajado.
Hay otro apartado de esa ley que dice que
resulta más caro destruir y reconstruir que hacer las cosas bien desde un
principio. Cancún es prueba fiel tres postulados, los dos primeros relacionados
con la entropía y la ley de Causa y Efecto.
Estuve en el parque de las
palapas, tengo casi veinte años en esta ciudad y en efecto en ese tiempo uno
sabe que las cosas cambian, pero uno espera que cambien para bien y no al
contrario. Caminé hasta la Tulum y encontré la mejor prueba de cuando algo no
tiene planeación y eso después es causa
de una serie de problemas económicos que son más difíciles de resolver.
Los efectos de esa falta de planeación
se convierten en un desorden mismo que después se convierte en causa de muchos
más males más profundos y a manera de espiral la problemática se hace cada día
más grave.
Es común escuchar que somos el
principal centro turístico del país. Cuando se ven las cifras turísticas se da
uno cuenta de que esa frase no es vacía. El país generó en 2013 $
13 mil 900 millones de dólares de los cuáles $6 mil
873 millones, (49%) los reportó el
estado de Quintana Roo y de esa cantidad, el 28%, lo aportó Cancún, $ 3 mil 938
de acuerdo a las últimas cifras de 2013 de gobierno del estado. Tan sólo
nuestra ciudad al estado le aportó por derrama turística el 57% de esos
ingresos.
Sin
entrar en la polémica de qué es lo que esos ingresos componen y de si
verdaderamente representan un ingreso o no, porque incluyen, habitación,
alimentos, compras y tours y muchos de
esos ingresos no entran directamente al país porque se pagaron fuera, la verdad
es que vivimos en el Estado y en una de las Ciudades que aporta más
turísticamente de acuerdo a las cifras oficiales y eso en lugar de ser una
frase para solo engrandecernos nos
debería hacer más responsables a todos, ciudadanos y autoridades.
Esa responsabilidad debería obligar a mucha
más planeación y no permitir tener zonas bombardeadas sin plan de ataque, como
es la Avenida Tulum que cuesta mucho a todos ya que ahora locales no se acercan
igual y menos lo harán los turistas ya que se percibe mucha inseguridad en la
zona como mucha gente de mal. Lo mismo sucede con el parque de las palapas
lleno de puestos de frituras supongo que dignos del principal polo turístico
del país.
Dicen
que hay un plan, y eso esperamos porque la causa de haber abierto las calles
sin él, de haber hecho del parque de las
palapas un mercado conlleva un efecto negativo muy fuerte. No olvidemos que
siempre los cambios llevan tiempo, eso lo entiendo pero también destruir sin
planificar es siempre más caro y a los ojos de esta cancunense eso fue lo que
percibió cuando caminó por esa zona.
El
cambio que ha vivido nuestro centro, que nunca se caracterizó por ser bonito,
digamos la verdad, no ha sido positivo y existe un área de oportunidad muy
amplia que debe de atenderse de inmediato si queremos recuperar nuestra ciudad
porque perderla representa perder dinero para esa “Joya de la Corona” que hoy
comienza a verse opacada. Comentarios cmccoy@ucaribe.edu.mx
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