24/03/2014
De las clases que
más disfruto dar en la universidad es cuando a mis alumnos les hablo de algo
que se llaman determinantes del mercado. Éstos, como su nombre lo señala, son
lo que van a estipular la demanda y/o la oferta.
Estos
determinantes son once y constantemente tenemos ejemplos en el mercado de cómo
estas fuerzas actúan y en la actualidad hay un producto que desde hace unas
semanas se ha convertido en un ejemplo perfecto: El Limón.
Hace unas semanas
en la prensa decían “Kilo de limón se dispara a 80 pesos y bajará en un mes” este tipo de afirmaciones
pueden resultar sorprendentes para quien no entiende de economía y entonces
poder pensar ¿cómo saben que bajará en un mes?
El incremento inicial está relacionado con lo que se conoce como los
determinantes de oferta y uno de ellos es el medio ambiente.
El limón sufrió un
ataque de la plaga (HLB) Huanglongbing a finales de 2013 y eso afectó la
producción, al ser menor ésta el precio sube porque hay obviamente menos
producto en el mercado y por ende el poco que hay se vuelve más preciado.
Pero la historia
no termina ahí, esto se combina con otro determinante, ahora de la demanda, el
cambio en el ingreso de los consumidores afecta directamente situaciones de
esta índole, ya que el incremento inflacionario que México sufre actualmente
orilla a las personas de cuidar más en lo que gastan y por esta razón es que pueden
pronosticar que el limón bajará en un mes.
El mercado es
caprichoso y reacciona a muchos factores, mismos que si los entendiéramos más podríamos ver el
poder que lo consumidores tenemos y presionar precios a la baja con el simple
hecho de salir o no a comprar.
Cuando salimos a
comprar pensando que el precio de un bien subirá mucho, inclusive somos
nosotros los que presionamos más ese precio a la alza, ya que ese es el mensaje
que los productores reciben: “la gente quiere el producto y pagará lo que sea”.
“El sector de la citricultura en México ha
manifestado en reiteradas ocasiones su falta de apoyo ante la apertura de las fronteras nacionales
al limón extranjero”
ahí existe otro determinante atrás: la competencia que enfrentarán y al existir
un problema de salud en los limones mexicanos el introducir mayores cantidades
del limón se genera el efecto contrario, al de la escasez que hoy existe a
causa de la plaga, se da una
sobreproducción, y entonces el precio baja pero en este caso el limón mexicano
será el perjudicado porque lo sacará del mercado al no poder competir en precio.
Los productores
tienen muy identificado este volátil comportamiento del mercado y de ahí aplican rápidamente las expectativas
que tienen acerca del consumo para establecer los precios generalmente a su
favor. En el momento que los consumidores mexicanos en conjunto entiendan el
poder que tienen y no se vean secuestrados por las fuerzas del mercado podrán
participar activamente en las decisiones
manejándolas a su favor logrando evitando abusos y participando en las
decisiones de mercado de manera activa y no como víctimas. Comentarios
cmccoy@ucaribe.edu.mx
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