14/04/2014
El pasado 9 de abril el INEGI
reportó que la tasa de desempleo en febrero en México bajó de 4.8% a 4.7% y que
inclusive se colocó debajo de la de Japón y Corea. Sin embargo, la tasa de subocupación
se mantiene en 8.2%.
Estas cifras mexicanas de
recuperación del empleo parece que van alineadas con el comportamiento de
mejora de las cifras que Estados Unidos desde enero muestra, donde el vecino
país del norte, pasó del 6.7 que manejaba en diciembre a 6.6 en enero.
A pesar de las cifras positivas, analistas estadounidenses han cuestionado la
recuperación del desempleo. Hay quienes dicen que dicha recuperación está
relacionada con la jubilación de los famosos baby boomers, población nacida entre
1946 y 1964, que ha repercutido en un
66% de recuperación en la cifra del desempleo ya que éstos han salido del
mercado laboral.
Pero no todos coinciden en esta
teoría, entre ellos analistas de la Reserva Federal de Chicago, quienes dicen
que el efecto de estos jubilados solamente ha representado un 25% en la
disminución de la cifra real del desempleo americano.
Ellos orientan su escepticismo de
disminución del desempleo en el
abundante número de “desanimados” que
día a día deciden tirar la toalla y ya no buscar más empleo por un rato,
después de meses de entrevistas y espera de oportunidades.
Ahora me pregunto si en México en
verdad estará incrementando en empleo y por eso esa cifra de desempleo
disminuye o será un fenómeno similar de
desanimados, donde tras meses de búsqueda ya las fuerzas se les acaban y
prefieren dejar de buscar trabajo, con lo que
dejan de pertenecer a la población económicamente activa en búsqueda de
trabajo que reportan las estadísticas.
Este fenómeno de los desanimados
puede tener un lado positivo, ya que si su decisión de retirarse del mercado de
búsqueda de trabajo ha sido para estudiar mientras tanto alguna maestría, en el
futuro se tendrá una población más preparada lo que ayudará a la competitividad
del país.
Pero si están en su casa nada más
esperando a que pase el tiempo y la situación económica mejore pueden
enfrentarse en el futuro a problemas más serios de los que en este momento
tienen para reinsertarse al mercado laboral, lo que por ende puede ocasionar
problemas psicológicos y sociales más graves. Como siempre la lectura de cifras
siempre es más profunda de lo que a primera escala se presenta y requiere de
disciplinados análisis para comprender la realidad de los fenómenos que
vivimos, mismos que son señalados por las cifras. Comentarios
cmccoy@ucaribe.edu.mx
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