En la era de las tecnologías de
la información, en un mundo globalizado y acelerado como el de hoy que parece
que gira a mil por hora es imprescindible aprender cómo pensar lo impensable y
sorprender al mercado con productos poco convencionales.
La creatividad ya no se la
podemos dejar nada más a los mercadologos, a lo diseñadores y a los artista.
Hoy todo mundo, empresas y personas, que quieran posicionarse en el mercado con
sus ideas, productos y conocimientos es necesario que se atrevan a ser diferentes
y pensar de manera disruptiva.
El concepto de “Innovación
Disruptiva” es relativamente nuevo, fue introducido por Clayton Christensen
(profesor en Harvard Business School wwww.claytonchristensen.com) en 1997 en el
libro “The innovators dilema” y se refiere a cómo puede un producto o servicio,
que en sus orígenes nace como algo residual o como una simple aplicación sin
muchos seguidores o usuarios, convertirse en poco tiempo en el producto o
servicio líder del mercado.
Encontrar la manera de ser únicos
en lo que hacemos es una meta atrevida, que no podemos alcanzar a menos que
cambiemos nuestro modo de entender la competencia y el negocio en el que
estamos. Tenemos que ser capaces de sorprender al mercado con soluciones
inesperadas y emocionantes, capaces de idear una estrategia poco convencional
que deje atrás a la competencia; y, además, debemos superar las expectativas
del cliente. En esto consiste pensar de manera verdaderamente disruptiva.
Así
los invito esta semana a pensar diferente, ser disruptivos e invitar a la
creatividad a ser parte de sus vidas, ya sea que sean contadores, financieros,
hoteleros, académicos, empresarios o amas de casa todo mundo tiene algo dentro
que lo puede hacer diferente… no se reprima verá que los resultados pueden
resultar interesantes. La creatividad, aunque no lo crea, se encuentra
directamente relacionada con la economía.
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