De acuerdo a los analistas de
Banco de México, en Septiembre de 2013, 18% de
ellos consideraba que la debilidad del mercado externo y la
economía mundial eran de los factores que podrían obstaculizar el crecimiento
económico de México.
Un año después esa preocupación
se ha dejado atrás y hoy el 24% dice que su mayor inquietud es la inseguridad
pública. Tema relacionado con el que hablábamos la semana pasada en este
espacio.
No es coincidencia que a todos
preocupe la inseguridad ya que es un elemento que ralentiza cualquier economía.
Aunado a lo anterior, hay otros factores que este año preocupan más a los
asesores que antes como la política fiscal que se está instrumentando. Lo
anterior se da que existe mucha incertidumbre, por parte de personas físicas y
morales, de hasta dónde les afecta, qué aplica y qué no, y a ciencia cierta
cómo funciona.
Los impuestos son necesarios para
que el gobierno cuente con recursos para impulsar el desarrollo. Sin embargo,
cuando éstos no son claros y se perciben
esos cambios fiscales como persecutorios o no se entiende en qué se aplicarán,
lo que sucede es que se desincentiva la participación y esto también se refleja
en una caída en el desarrollo.
Otras dos preocupaciones más del
14% de los analistas de la institución son la inestabilidad financiera
internacional, con una probadita esta semana tras las constantes variaciones
del dólar, que hoy domingo se ubica en $13.50, y la debilidad del mercado
interno.
Es
importante fomentar la inversión extranjera directa, pero a la par es necesario
impulsar al mercado interno, de lo contrario se puede generar una relación de
dependencia e incertidumbre; situaciones que inhiben el crecimiento. Las
preocupaciones de los analistas son legítimas y vale la pena darles seguimiento
oportuno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario