Las estadísticas son una
herramienta muy rica para darle seguimiento a las situaciones de un país y
poder proponer soluciones. Pero en México en ocasiones pareciera que no se le
da la debida importancia.
El INEGI realiza un gran trabajo
de recopilación de datos y cuenta con muchos productos que brindan muchos
datos, pero en ocasiones no existe la debida continuidad y los datos entre
dependencias no concuerdan.
Recientemente en un artículo de
la revista Proceso de hace dos semanas, que
hablaba del Teletón, señalan que la Convención sobre Derechos de las
Personas con Discapacidad se mostró preocupada ante el hecho de que el Estado
mexicano no cuenta con datos
estadísticos actualizados acerca de la situación de las personas con
discapacidad.
Cito el ejemplo que en el
artículo dan: Según la auditoría del Coneval basada en el Censo del INEGI de
2010, ese año vivían en México 4 millones 527 mil personas con discapacidad.
Sin embargo, la página de internet del INEGI cita el mismo censo 2010 y la
estima en 5 millones 739 personas.
La Encuesta Nacional de Ingreso y
Gasto de los Hogares de 2012 calculó que la población con discapacidad ascendía
a 6.9 millones. Finalmente según datos
que dio el gobierno mexicano a la ONU la
cifra de la población con discapacidad era de 7.7 millones. ¿A quién le hacemos
caso?
Lo mismo sucede cuando buscamos
datos de turismo, salud, importaciones, exportaciones, inversión, seguridad.
Siempre hay que estar verificando cifras entre dependencias y la información a
ciencia cierta nunca queda clara.
Un ejemplo claro de la poca
relevancia que se le da a las estadísticas es que por años se ha solicitado en
nuestro estado la creación de un instituto que
se dedique a generar las estadísticas turísticas y es la fecha que no se
sabe cuándo pasará. En nuestro país la cuestión de los datos parecen de
seguridad nacional, ya que nadie los quiere proporcionar o cada dependencia
realiza sus estimados y en ocasiones hay
datos pero no se analizan. Así no sirven tampoco.
Las
estadísticas no son para mentir o para ver cómo se manipulan los datos cuando
el resultado no sale como deseamos. Las estadísticas deben de ser, como señale
en un inicio, instrumentos para poder analizar la realidad y de esa forma
encontrar soluciones a los problemas que nos aquejan. 
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